Más de 100 plantas componen el género Rhodiola, que se ha utilizado con fines medicinales durante siglos en Asia, Europa y algunas poblaciones nativas de las latitudes septentrionales de América del Norte. Rhodiola rosea (conocida como raíz de rosa, raíz dorada o simplemente rodiola) crece en suelos de piedra caliza y granito en grandes altitudes.
Cabe señalar que actualmente es la especie del género más utilizada, especialmente en el ámbito de la salud humana, gracias a sus propiedades adaptógenas. Esto significa que puede ayudar a respaldar la respuesta natural del cuerpo al estrés. Además, la rodiola promueve una respuesta saludable a la inflamación y el estrés oxidativo, gracias a sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Propiedades y beneficios de la rodiola
Esta planta medicinal influye en el proceso inflamatorio de varias maneras, uno de los causantes es la salidrosida, el componente más potente de Rhodiola rosea. Los estudios han demostrado que modula la respuesta inflamatoria mediante la regulación del equilibrio de las células T colaboradoras tipo 1 y T colaboradoras tipo 2.
De cara a un estudio que explora los efectos de la salidrosida en determinadas poblaciones animales, se observó una disminución en la expresión de los genes proinflamatorios del factor de necrosis tumoral alfa, interleucina-1 e interleucina-6. Así mismo, la salidrosida atenuó la fosforilación del factor nuclear kappa-B y los niveles de superóxido dismutasa, influyendo en las vías de la proteína quinasa activada por mitógenos y de la fosfoinositida 3-quinasa/Akt in vivo.
Por otra parte, investigaciones recientes indican que la rodiola puede respaldar la función cognitiva, el estado de ánimo saludable y la salud del cerebro a través de una variedad de mecanismos. En un estudio de laboratorio que evaluó los efectos de la rodiola sobre la excitotoxicidad del L-glutamato, se descubrió que la rodiola exhibe cualidades neuroprotectoras a través de su capacidad para estabilizar la homeostasis del calcio celular.
La rodiola y la salud cerebral
Respecto a un estudio en animales, se ha demostrado que la salidrosida puede aumentar la expresión del factor de crecimiento derivado del cerebro, por lo que interviene en la supervivencia neuronal, la plasticidad, la neurogénesis y la sinaptogénesis. Otra investigación sugiere que esta planta ayuda a mejorar el estado de ánimo al influir en los niveles de 5-hidroxitriptamina en la corteza prefrontal.
Siguiendo con los beneficios de la rodiola para la salud del cerebro, especialmente durante el proceso de envejecimiento, investigaciones recientes señalan que la planta contribuye al apoyo a la función cognitiva a medida que nos hacemos mayores. Un estudio en animales demostró que la suplementación con rodiola redujo significativamente el deterioro cognitivo y los cambios patológicos del mesencéfalo relacionados con la enfermedad de Parkinson.
En este sentido, los estudios relacionados con la enfermedad de Alzheimer indican que la rodiola puede ser de apoyo en la prevención de esta enfermedad, lo que se debe a su papel en la modulación de la neuroinflamación y el estrés oxidativo, además de su capacidad para influir en varias vías y moléculas en el cerebro.
La rodiola y su acción antienvejecimiento
Para terminar, un estudio informó que la salidrosida debilitó las anomalías inducidas por la hipoxia en la proteína precursora de amiloide, que es un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. Se necesita más investigación para comprender mejor el papel potencial de la rodiola como apoyo al envejecimiento saludable.
A rasgos generales, la investigación científica indica que la rodiola puede favorecer la salud humana de muchas maneras. Concretamente, la suplementación con rodiola puede respaldar una respuesta saludable al estrés, la inflamación y el estrés oxidativo. También puede promover la salud del cerebro, la función cognitiva y un estado de ánimo saludable.
Referencias
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